La FIFA y el Papa

Henrique Lazo

La situación no es tan así como “de estado” pero el mundo del entretenimiento mueve demasiado dinero como para echarse una broma encima. En Hollywood, en sólo un año, se generan dividendos superiores -por ejemplo- al monto de la deuda externa de Venezuela. Millones de familias en todo el mundo dependen de la industria de la diversión.

Delimitar los campos de competencia de determinada autoridad, normalmente termina en manos de la justicia local de cada nación. No es así en el perímetro deportivo. La autoridad olímpica está por encima de las jurisdicciones nacionales.

Cuando se realiza una competencia oficial, el Comité Olímpico Internacional es el que implementa las normas y los estados así lo han acordado. En algunos países, la FIFA es mas reconocida que la ONU.

Rio Ferdinand, jugador estrella del Manchester United y capitán de la selección inglesa de football, se marchó a casa después de un entrenamiento y desatendió el requerimiento para pasar un control antidopaje de la Federación inglesa.

Esta indisciplina fue penalizada duramente por la FIFA que le impuso una multa de 80.000 euros y una sanción de ocho meses sin poder jugar un partido oficial. Este castigo le impidió terminar la campaña en la liga y representar a Inglaterra en la Eurocopa de Naciones.

El entrenador del club, Sir Alex Fergusson amenazó con recurrir a la justicia ordinaria inglesa y luego llevar el caso hasta el Tribunal Europeo pasando por encima de la instancia deportiva. Las leyes de la FIFA son muy estrictas. Impiden acudir a tribunales no deportivos.

El presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, finalizó el conato de insubordinación advirtiendo que si emprenden esa acción, las consecuencias no tendrán precedentes. La desproporción se cumplió. Inglaterra no contó con su mejor defensa para la cita europea.

A Enrique VIII le resultó mas fácil reunir el parlamento para comunicar que si la iglesia no aceptaba la disolución de su matrimonio con Catalina de Aragón para casarse con Ana Bolena… entonces…

“Declaro que en Inglaterra nadie está por encima de su Rey. Ni la iglesia, ni la constitución, ni el mismo Papa. Aquí mando yo. Voy a hacer una votación, pero les recuerdo que el que no esté de acuerdo conmigo será ejecutado en esta torre por traición a la patria, incluyendo a Tomas Moro”.