lunes, 3 de mayo de 2010

LA PIEL DEL SOL

Henrique Lazo
    
Eran los años cincuenta. Dos amigos, uno negro y uno blanco, se dirigen al club que esta cerca de la playa. En la entrada de la piscina no los dejan pasar. El motivo, no se explica. No pueden pasar y punto.

Escenas similares se repiten en diferentes puntos del Globo, y la presión social que se ejerce de lado y lado, da paso a una nueva era.

La vista de la tierra desde la luna termina por confirmarnos que el Hombre es solo una pequeña parte de la inmensa capa orgánica que cubre al Planeta Tierra.

¿Cuál es el origen del ser humano? ¿Determina el color de la piel nuestro comportamiento?

Es de dominio público que la mezcla de razas es positiva. Las razas puras se extinguen. Es una ley genética. Igual se aplica para las plantas, los animales y los seres humanos.

Si nos adherimos a la tesis de Charles Darwin en “El Origen de las Especies”, la historia comenzó hace dos millones de años.

El simio se levantó, su cerebro creció y sus dientes se adaptaron al alimento que lo transformó: la carne.

Todo indica que el Australopitecos –considerado el primer humano- proviene de las sabanas del norte de Kenia y el valle del río Omo en Etiopía cerca del lago Rodolfo.

Es decir, la aventura humana comenzó en el África.

Pero el hombre, a diferencia de los animales, es el único que no se halla encadenado a su ambiente. Su imaginación le permite adaptarse a todos los medios ambientes y cambiarlos.

Es muy probable que el color de la piel tenga solo un origen: el sol. Los bípedos que emigraron al norte hacia las tierras frías se decoloraron y sus cabellos se adaptaron al clima.

Los que se quedaron en el África se oscurecieron para soportar las radiaciones solares y sus cabellos se enroscaron para combatir las sequías. Lo demás es la Torre de Babel.

Discriminar a un ser humano por el color de su piel es un trastorno que padecemos los humanos desde hace mucho tiempo.

Lo que fija la calidad de un ciudadano, es su comportamiento, no el pigmento.

La educación –a pesar de los profetas del odio- es la herramienta primaria para modificarnos, la habilidad eminentemente humana de posponer la satisfacción del deseo.

La arbitrariedad y la prepotencia prescriben cuando desaparece la enfermedad.
.

8 comentarios:

  1. Excelente Lazo, el Venezolano necesita entender que lo único que define a cada ser sobre la tierra es la conducta, el comportamiento y no la apariencia.

    ResponderEliminar
  2. Este es mi muy humilde blog de un principiante. Saludos http://delacroixdelacroix.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  3. Justo en estos dias comentaba la necesidad de venezuela de tener hombres de escencia y no de presencia! Solo importa la pinta! Que cultura tan balurda!

    ResponderEliminar
  4. Que bonito, mientras mas cerca del sol, mas moreno, mas cálido, mas negro, (mas cariño). Lo q no quiere decir q un blanquito no tenga esas mismas cualidades :P

    ResponderEliminar
  5. ¿Cómo hacemos en un país como el nuestro, donde las marcadas diferencias para discriminar no tienen relación con la cantidad de melanina que tiene nuestra piel?

    ResponderEliminar
  6. Brutal este articulo!!! no hay mas que decir. Saludos

    ResponderEliminar
  7. Lo felicito, una blanquita con hijo moreno en la tierra del sol amada

    ResponderEliminar