AMIGA MIA

Henrique Lazo

Hace unos meses se estrenó CHER AMI, una película española de dibujos animados que cuenta la hazaña de una paloma mensajera que en la Primera Guerra Mundial salvó la vida de un batallón de soldados americanos que se habían perdido en el bosque y fueron rodeados por el enemigo durante la contienda.

Intentaron enviar un mensaje a sus compañeros por medio de una paloma mensajera. Cher Ami recibió un balazo en la pierna y otro en el pecho, y aún así, continuó su vuelo.

La acción arranca en octubre de 1918 en una granja situada en los bosques de Argonne en Francia cuando la tranquila vida de Cher Ami y de sus felices amigos, se ve amenazada por la llegada de la Gran Guerra.

Conscientes de su “responsabilidad, los aturdidos palomos de la granja, se transforman en decididos y valerosos mensajeros que lucharán por salvar la vida de un batallón de soldados.

Paradójicamente, hace unos meses, el ejército español decidió suspender el sistema de palomas mensajeras porque se encontraba ya en desuso.

La paloma mensajera, que llevaba 130 años al servicio de las Fuerzas Armadas de España, dará paso a las nuevas tecnologías con los teléfonos móviles y los satélites a la cabeza. El Ejército español se deshace de uno de sus soldados más fieles.

Las aves, se incorporaron a sus filas en 1879 y llegaban a alcanzar los 100 kilómetros por hora en vuelo y recorrían distancias mayores a los 700 kilómetros en un día. La utilización de las palomas como medio de comunicación se conoce desde la Antigüedad.

Los griegos  transmitían a las ciudades los nombres de los ganadores de los Juegos Olímpicos por medio de palomas mensajeras. Los árabes perfeccionaron su uso y las utilizaron en sus luchas contra los cruzados en Tierra Santa para conocer sus movimientos.

Según la tradición bíblica, la paloma mensajera más antigua sería la que le llevó a Noé el mensaje del retroceso de las aguas después del Diluvio al regresar con una rama de olivo en el pico, convirtiéndose en el símbolo de la paz.