miércoles, 23 de junio de 2010

EL JUICIO DEL POETA

Henrique Lazo

Generalmente los poetas y los abogados se sientan en mesas separadas. No son pocas las ocasiones en las que de uno y otro lado se escuchan quejas relacionadas a las particularidades de cada círculo.

Para los poetas, los arquitectos de las leyes no tienen voz ni voto en los asuntos del sentimiento. Esperan cualquier entuerto para enredarlos mas y sacar provecho de las desavenencias.

El problema de los desacuerdos no es la ruptura sino el camino ineludible hacia el terreno de los abogados donde los argumentos convincentes se venden al mejor postor.

Para los representantes de la legalidad, los colegas de Shakespeare son seres imprecisos que divagan pensando en la luna y los atardeceres.

En los ambientes etílicos es común referirse como poeta a cualquier hijo de vecino así no haya escrito un soneto. Los bardos son útiles en el ocio e ineficaces para el negocio.

La precisión jurídica no tiene cabida en las rimas trasnochadas de los trovadores. La mañana es el horario idóneo de los jueces y la noche el hogar de los constructores de ensueños.

Después que se redacta una constitución y ha de presentarse ante el congreso o la asamblea para su aprobación y posterior ejecución, la unión de la pluma y la balanza es insoslayable.

Un texto legislativo que se respete debe tener un preámbulo cónsono con su dimensión. El preámbulo de una carta magna esboza esencialmente los factores que motivaron la constitución.

La Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano en la Francia de 1789, y que se inspira en la declaración de independencia estadounidense de 1776 y en el espíritu filosófico del siglo XVIII, marca el principio de una nueva era.

Desde entonces, la libre comunicación de pensamientos y de opiniones es uno de los derechos más preciosos del hombre; en consecuencia, todo ciudadano puede hablar, escribir e imprimir libremente, a trueque de responder del abuso de esta libertad en los casos determinados por la ley.

Desde la primera Constitución en 1811, hasta la Constitución de 1999 han existido aproximadamente 27 Constituciones en Venezuela. El preámbulo de la constitución de 1947 la redactó el poeta venezolano Andrés Eloy Blanco.

Eso de tener que esperar el escrito de un poeta para darle el ejecútese a una nueva constitución, es un poema.
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lunes, 21 de junio de 2010

Tesoro Nacional

Henrique Lazo

Ferdinand de Saussure, considerado el fundador de la lingüística moderna, define la lengua como el contrato colectivo mas importante de la especie humana. La lengua es una convención, un acuerdo entre los hombres para nombrar las cosas. Sin embargo, nada es menos universal a la hora de comunicarnos que el habla. Si no conoces el idioma no entiendes.

De allí lo complicado que es para los europeos llegar a un acuerdo para tener un mercado común cinematográfico. ¿En que idioma se harían las películas? La danza, la pintura, la música y la escultura tienen la ventaja de que se entienden en todas las latitudes y trascienden las barreras del idioma.

Los historiadores se preguntan si ¿el siglo XX se parece a Picasso o Picasso se parece al siglo XX? En esa elite de artistas que trascienden su tiempo al punto que definen el siglo que los alberga.

Marcel Marceau, un mimo con el rostro pintado de blanco, los zapatos blandos y un sombrero maltrecho laureado con una flor roja, recorrió toda la escala de las emociones humanas en el escenario durante más de 50 años sin pronunciar una palabra, salvo en la película muda de Mel Brooks en la que dice “No”.

Marcel Marceau, reconocido universalmente como el más grande mimo del mundo, nació el 22 de marzo de 1923 en Estrasburgo, Francia. Su interés por el arte de la pantomima comenzó desde su infancia, inspirado por artistas del cine mudo como Charlie Chaplin, Buster Keaton, Harry Langdon, Harold Lloyd, y Laurel & Ardí.

Cuando los alemanes invadieron el oriente de Francia, Marcel Mantel, su madre y su hermano huyeron al suroeste de Francia, donde se cambió el apellido a Marceau, para ocultar su origen judío. En 1944, el padre de Marcel fue enviado al campo de exterminio de Auschwitz, donde falleció.

Desde 1946 cuando comenzó su silente carrera haciendo un promedio de 200 espectáculos al año, no ha habido otro artista que sin ninguna herramienta mas que su propio cuerpo, haya encantado a tanta gente en tantos países. En Japón se le considera “tesoro nacional”. Una imagen vale mas que mil palabras, un gesto de Marcel Marceau vale mas que mil horas de discursos belicistas.

jueves, 10 de junio de 2010

Morgan Mandela

Henrique Lazo

"Invictus", película basada en episodios de la vida de Nelson Mandela, se está exhibiendo en todo el mundo. La dirige Clint Eastwood y la protagonizan Morgan Freeman y Matt Damon. La cinta demuestra que no solo los efectos especiales y las acciones épicas de acción son capaces de llamar la atención de la fanaticada. Es una película que inspira, reconforta y hace llorar pero no de tristeza sino de regocijo.

La primera vez que escuché el nombre de Nelson Mandela fue en la espectacular sede de la UNESCO en Paris. El escritor venezolano Arturo Uslar Pietri, que para aquel entonces era embajador de Venezuela en la organización, se expresaba con admiración y preocupación por la situación del líder africano.

Pasarían 15 años, desde aquel encuentro, hasta que Madiba fuera puesto en libertad de la prisión Víctor Vester en Paarl el 11 de febrero de 1990. El acto se constituyó en un gran evento y fue televisado a todo el mundo. Cuatro años más tarde, en 1994, fue elegido Presidente de su país y se convirtió en el primer mandatario de raza negra de Sudáfrica.

Mientras estuvo en la cárcel -27 años- los presos políticos eran separados de los delincuentes comunes y tenían menos privilegios. Mandela, como prisionero del grupo más bajo de la clasificación, sólo tenía permitido un visitante y una carta cada seis meses. Las cartas, si llegaban, eran retrasadas durante largos períodos y leídas por los censores de la prisión .

Mandela estudió por correspondencia a través del programa externo de la Universidad de Londres, obteniendo el grado de Licenciado en Derecho y fue nominado para el cargo de Rector de la Universidad de Londres en las elecciones de 1981, Sus frases son una fuente inagotable de iluminación para las nuevas generaciones.

“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”. “Detesto el racismo, porque lo veo como algo barbárico, ya sea que venga de un hombre negro o un hombre blanco”. “Nunca, nunca y nunca otra vez, debería ocurrir que esta tierra hermosa experimente la opresión de una persona por otra”. Si algun día un extraterrestre me pregunta de que planeta vengo, le diré que del planeta de Nelson Mandela.

martes, 8 de junio de 2010

Soledad pública

Henrique Lazo

Es muy común hacer comparaciones entre la poca naturalidad que puede tener una obra de teatro con la teatralidad de una asamblea que antepone el interés político al interés nacional. En ambos casos, para evitar los desvaríos, se requiere de personal profesional.

En el mundo de las tablas, en las compañías teatrales, es donde se cultiva y se ejerce el arte de William Shakespeare. En la administración pública son los partidos políticos los responsables de modelar los políticos profesionales.

La política y el teatro, disciplinas milenarias, no escapan a la evolución, al cambio de piel. En los gobiernos de José Stalin y Adolfo Hitler, para poner los ejemplos del peor ejemplo, el partido único eliminaba el caldo vital de la democracia: la tolerancia hacia el que no piensa como uno.

En los congresos actuales la pluralidad es evidente, tan necesaria como la alimentación. Un político, es en esencia, un luchador social, un interlocutor entre el pueblo y el estado y si tiene formación académica, mejor.

Esa capacidad que tenemos los humanos de proyectar la vida en un escenario, en una película o en la pantalla de la televisión, no es solamente para divertirnos de nosotros mismos sino para escudriñar los vericuetos de la existencia para forjar nuestras decisiones trascendentales.

Hombres y mujeres que dedican la vida para aprender el arte de actuar, para convertirse en otros, representan lo mejor y lo peor de nosotros mismos. Ese obrero del entretenimiento que llamamos actor, aparenta como oficio y nunca miente, porque siempre esta simulando.

Pensar en un sistema democrático sin partidos políticos es un supuesto negado. Las asociaciones civiles, los partidos políticos y cualquier organización que estimule la práctica de la política, son las fibras del tejido de un sistema plural, transparente y progresista.

En el escenario la suerte esta echada. El déspota camina en su laberinto bajo la luz cenital. Los personajes principales han ido desapareciendo lentamente. Ahora, solo hay personajes secundarios, muy secundarios, apenas se escuchan y se ven como sombras deformadas sobre un fondo musical indescifrable.

Sube el telón. La soledad del poder ahora está siendo observada. El público ya conoce el parlamento. O nos tratan como ciudadanos o nos tratan como esclavos. Baja el telón.

jueves, 3 de junio de 2010

La Lista

Henrique Lazo

Una de las tantas veces en que el color negro se utiliza para estigmatizar una acción del ser humano, contraponiéndola a la acepción siempre favorable del pigmento níveo, es la que se conoce como “lista negra”. No se trata del color de los que la componen sino de su posición ideológica o por su desacuerdo.

Las listas negras de Stalin, Hitler, Franco, Castro o de Chapita, o de cualquier régimen que se mantenga por la fuerza y no por la voluntad de sus electores, son directorios de personas señaladas por pensar distinto. Se fabrican para acusar, perseguir, aislar o destruir personas por colegir diferente a la corriente del poder. Las listas negras no han sido solo el insumo de los dictadores comunistas y no-comunistas.

Sociedades avanzadas en el campo jurídico como la estadounidense han sufrido cacerías de brujas, con la diferencia -claro está- de que en los sistemas democráticos las acciones se reparan tarde o temprano a la luz de las instituciones democráticas. No el que está detrás de las acciones sino la acción misma.

Elia Kazán, uno de los grandes realizadores norteamericanos, ganador del premio Oscar en el Cine y del premio Pulitzer en el Teatro, estuvo en dos famosas listas negras a lo largo de su brillante carrera. En los años treinta se retiró de las filas comunistas alegando que los comunistas violaban la práctica diaria de la democracia a la que estaba acostumbrado.

Años mas tarde, durante la década de los años cincuenta, Elia Kazán compareció ante el Comité de Actividades Anti-estadounidenses encabezado por el senador Joseph McCarthy. En 1999, la Academia de las Artes Cinematográficas de los Estados Unidos anunció que entregaría a Kazán un premio por el conjunto de su obra. La decisión provocó controversia. Recibió el reconocimiento con los ojos llenos de inquisición.

Jean Paul Sartre, paradigma de lo contestatario, rechazó el premio Nóbel de literatura en 1964 y propaló la tesis del intelectual comprometido. El compañero de Simone de Beauvoir murió al comienzo de los ochenta, y no pudo constatar, que al final de esa década, sustentar el comunismo había costado al siglo XX cien millones muertos, más que todas las guerras mundiales. Comprometer el arte con una ideología política es cambiar de oficio. Es utilizar el arte para hacer proselitismo.

martes, 1 de junio de 2010

EL REGGAE DE MARIO VARGAS LLOSA

Henrique Lazo

La primera y única vez que he visto en persona a Mario Vargas Llosa fué en los Jardines de la UCAB, caminando hacia un vehículo luego de dar una conferencia.

En esos tiempos le sacaba fotos prácticamente a todo lo que se moviera, estudiante de Comunicación Social, al fin. El escritor peruano era una oferta inexcusable.

Horas mas tarde, emergía de la cubeta de revelado la cara sorprendida del autor de “ La Casa Verde”. Mientras se fijaba  la imagen, recordé mi primer encuentro literario con el personaje.

Fue en un laboratorio de Fotografía donde el jefe del laboratorio me habló de un libro que narraba las desventuras de unos jóvenes peruanos estudiantes del colegio militar mas importante del Perú.

El libro había sido de tal desagrado para las autoridades militares del momento que su edición fue recogida y quemada en una plaza pública.

Como siempre ocurre, ese acto tan salvaje de quemar un libro, sirvió como una extraordinaria campaña publicitaria que lo catapultó por toda Latinoamérica.

Hace poco, Mario Vargas Llosa fue objeto de numerosas críticas y descalificaciones. Nuevamente, un acto desproporcionado, convierte a “La Fiesta del Chivo” en la lectura obligada del momento.

La historia de Urania y su padre desalmado, nos transporta a la República Dominicana de “Chapita” y nos recuerda –entre otras cosas- los horrores que suceden en un país donde parasita una dictadura.

Lo que no hubiera podido imaginar es que iba a ser en un artículo suyo inserto en “El Lenguaje de La Pasión” donde me informara “todo lo que queria saber y nunca me atreví a preguntar” sobre Bob Marley.

Gracias a que un hijo se le volvió catecúmeno de semejante fe, el  escritor viajó a Jamaica para indagar sobre el mito.

Lo que se había iniciado como una abominación por los pintorescos sincretismos teológicos de los rastas se transformó en una profesada admiración por la mùsica, las ideas y las creencias de Bob Marley.

Bob Nesta Marley nació en una barriada de Trench Town en Jamaica en 1945, diez años antes del rock&roll. No inventó el reggae, pero fue su primer gran difusor.

Nació pobre y dejó una fortuna que nunca disfrutó. Se impuso en sus calles como pandillero, futbolista y músico.

Militante Rastafari, portador del verde, rojo y oro de la bandera Etíope, apostó por la vida espiritual contra la desintegración moral y la injusticia humana.

Vargas Llosa, “is not the only one” que canta sus canciones y lleva su imagen en la franela.