Henrique Lazo
Hasta que Paul Eckman, pionero en el estudio de las emociones y sus relaciones con la expresión facial, demostrara la universalidad de las expresiones humanas, se tenía establecido que dichas expresiones eran una manifestación cultural y se aprendían.
El sicólogo dedicó cinco años de estudio en diferentes partes de África, Oceanía y Suramérica para constatar que los seres humanos tenemos expresiones que son comunes a todos.
Estos estudios condujeron a una especialidad neurolingüística que detecta la verdad que suministran las microexpresiones faciales que en su mayoría pasan desapercibidos para el resto de los mortales.
Son gestos involuntarios que duran centésimas de segundo y que pueden revelar el estado anímico que queremos ocultar. Cuando una persona miente, se producen en ella, súbitamente, reacciones fisiológicas emocionales que demuestran que el rostro no puede esconder en tan corto espacio de tiempo.
Un cerebro humano normal reacciona de forma autónoma e involuntaria ante cualquier estímulo, de tal forma que la verdad queda escrita en el rostro de cada persona.
La mayoría de los jóvenes piensan que la verdad y la honestidad son esenciales en las relaciones personales y creen que mentir es inmoral y que el engaño es el responsable de los divorcios.
Sin embargo, una persona, en promedio, miente tres veces cada 10 minutos, como las típicas excusas para justificar atrasos y olvidos u ocultar relaciones sentimentales paralelas.
Son estas claves, relacionadas con algún estado de ánimo común a todas las culturas, capaces de revelar los verdaderos sentimientos aunque la persona quiera ocultarlos.
Eckman, las aprendió a descifrar -con tal éxito-, que sus análisis se consideran más confiables que el polígrafo o el detector de mentiras.
Una forma de advertir una mentira es pedirle a la persona que relate el mismo discurso pero al revés. Como no existe memoria, tiene que inventarlo todo de nuevo, entonces se pierde y no puede hacerlo.
Para la ficción, donde la libertad de imaginar no sólo es legítima sino necesaria, la historia no es la mentira de los vencedores.
jueves, 15 de julio de 2010
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Excelente!!
ResponderEliminarBueno.
ResponderEliminarSiempre me dejas en el aire con tus finales pelo lindo, saludos!
SM.
Buena publicacion.. porsupuesto me llevo enseguida a la serie Lie to me... buena lazo!!!
ResponderEliminarExcelente henrrique.....! barbaroooo!
ResponderEliminargracias por dedicarte a esto y darnos unos minutos de culturización
grande profe!! grenade!
ResponderEliminarEl Gran Tipo:El Libro Gordo de Henrique muy bueno el detector de menriras .
ResponderEliminarSería terrible si en el mundo no existiera la mentira, no existirian las mentiras piadosas que muchos prefieren oir para poder seguir siendo felices.
ResponderEliminarCon este Guariche llego a entender el porque hay que quitarse la mascara para detectar si dices la verdad. Gracias por este GuarichaLAZO!!! Saludos...Fidelia.
Lie to me, buena serie, gracias lazo por el guariche, eres excelente....
ResponderEliminarYo no suelo leer tus guariches pero me llamo la atencion que lo hicieras acerca del trabajo realizado por Paul ya que pase ciertos años de mi vida estudiando esta ciencia y expresaste tus puntos con grandeza, como siempre. Agrego que la serie Lie to me esta buenisima y les recomiendo verla, excelente trabajo realizado por Tim Roth y Kelli Williams.
ResponderEliminarAcoto una frase que dijo el mismo Roth "El mundo seria un lugar terrible para vivir sino existieran las mentiras".
Resulta que esta ciencia es un don y una maldicion al mismo tiempo, primero piensas que es increible y te encuentras seducido por leer las emociones de las personas, mas adelante descubres que la verdad... la verdad duele.
maravilloso felicidades continua dando excelentes guariches!!
ResponderEliminarEso quiere decir que los que escriben ficción SI pueden contar la historia al revés o que si le preguntamos a un vencedor q cuente al revés su victoria se va a enredar???? POR FAVOR RESPUESTA PORFA.
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