viernes, 30 de marzo de 2012

Renny Ottolina Y Gurdjieff

Henrique Lazo

La probabilidad de un conflicto bélico mundial, a corto plazo, genera una sensación tan desagradable, que uno duda si “la razón” pertenece al dominio de los animales y no a el de los hombres. Aceptar que el ser humano prefiere mantener un submarino nuclear en vez de alimentar 300.000 niños, es –verdaderamente- frustrante. Denominar santa a una actividad tan espantosa como la guerra, inconcebible.

Fue a comienzos de los años setenta, con la guerra de Viet-Nam, cuando la necesidad de explicarme -¿Que es Dios? y ¿Que es la Humanidad?- se apoderó de mis sentidos. La búsqueda de tales respuestas se hizo necesaria y fueron no pocos los personajes que abordé con tales preguntas, uno de esos personajes, fue Renny Ottolina.

Me desempeñaba, en ese entonces, como reportero de La Cadena Capriles y estaba en los estudios de Radio Caracas Televisión haciendo una entrevista. El estudio principal del canal estaba vacío y silencioso, Era la hora “de comida”. Renny se encontraba tocando el piano suavecito.

Me aproximé con el pretexto de hacerle unas preguntas para un reportaje de “La Cadena”. Detuvo sus manos, levantó la vista, tomó un sándwich que estaba en una mesita cercana y mientras devoraba -lo que imagino- era su almuerzo, me señaló un libro que estaba sobre el piano. Me acerqué y leí: “Fragmentos de Una Enseñanza Desconocida”, P.D.Ouspensky.

Horas mas tarde, en una librería, conseguí un ejemplar. Durante dos meses, me dediqué a escudriñarlo y a disfrutar su lectura. En aquellos tiempos de “tanta locura a la vez”, resultó un gran alivio.

Ouspensky era un periodista ruso que en 1914, a punto de estallar la primera Guerra Mundial y en busca de “lo milagroso” conoce en Moscú a un pensador extraordinario llamado: G. I. Gurdjieff. Se convierte en su alumno y gracias a su pluma podemos disfrutar de sus enseñanzas. Gurgjieff, al igual que Sócrates, no era muy aficionado a escribir.

“La guerra es el resultado de la esclavitud en que vivimos los hombres, y la causa de esa esclavitud, es la ignorancia –y sobre todo- la ignorancia de si mismo. La humanidad es, como las plantas, los animales o los manantiales, forma parte de la capa orgánica que cubre el Planeta Tierra”.

La incertidumbre vuelve a ganar terreno en el mundo de las ideas. Los hombres se alistan para exterminarse unos a otros. Para los motivos siempre habrá justificación. Aquella tarde, al concluir el libro, comprendí que “una máquina loca no puede predecir su futuro, un Hombre -con voluntad- si”.

2 comentarios:

  1. La locura del ser humano de autodestruirse

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  2. Me encanta siempre leer cuando narras tus experiencias con Renny Ottolina. Deberías hacerlo más a menudo, siempre quedo con ganas de saber más. Como ahora.

    Buscaré el libro!

    Un gran saludo, sensei.

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