lunes, 12 de marzo de 2012

El proceso según Cabrujas

Henrique Lazo

Fue en la Colina Creativa, una especie de santuario comunicacional, inventado por Jimmy Teale, donde pude conversar y compartir experiencias inolvidables con ese venezolano insustituible que conocemos como José Ignacio Cabrujas. Actor, dramaturgo, escritor de telenovelas -que cambiaron la manera de hablar del venezolano- fue también un articulista de excepción.

Vigentes están todavía sus reflexiones que tenían la mágica particularidad de mezclar el acontecer político con el espectáculo, el deporte, las artes culinarias, el humor y una vasta cultura de biblioteca y carretera que lo convirtieron en la lectura semanal obligada o en el ingenio al servicio de la sociedad.

El primero de estos encuentros fue durante un ciclo de conferencias en las que el dramaturgo emprendió, según sus propias palabras, la irresponsable tarea de transitar la historia del teatro en cuatro conversaciones de dos horas cada una.

Cada jueves, la audiencia congregada alrededor del autor de “Acto Cultural”, y usando como pretexto la peregrinación del género, se introspectaba. Cada ejemplo, cada anécdota o referencia histórica, no eran más que una coartada para llegar al final de la historia: nuestro país, “El país según Cabrujas”.

El Teatro es una actividad que realizan algunos hombres y mujeres, con menor o mayor impacto en la vida, pero la teatralidad es una condición humana de la cual no escapa ningún ser viviente. Desde la primera máscara, hasta las actuales, la historia del teatro no escapa del objetivo de reconstruir la figura humana a través del tiempo.

Cuando uno se pasea por la historia de la disciplina, no hace otra cosa que reconstruir al autor: el ser humano. “La palabra, que es la piedra del teatro, puesto que es el instrumento del teatro, no existe por sí misma, depende de quien la dice, de cómo la dice y en qué momento de la historia, y no se puede desligar de quien la dice”.

Al final de cada charla, algunos lo esperábamos para comentar, saludarlo o acompañarlo hasta el carro y esperarlo hasta el próximo jueves. Una de esas noches respondió a una pregunta aparentemente técnica: ¿Qué opina del proceso? “El único proceso en el que yo creo, es el proceso hacia más democracia, más libertad, menos estado, lo demás, es dictadura”.

1 comentario: