Henrique lazo
Entre las acciones mas absurdas que puede hacer un gobierno, en nombre del pueblo que lo sustenta, es la compra de armamento. Si los usan, significa que muchas familias se quedarán sin alguno de sus seres queridos. Si no los usan, habrán invertido recursos que podrían haberse usado en cosas más edificantes que matar muchachos para justificar cualquier infamia.
Diez años y 83 millones de dólares dedicó la Organización Mundial de la salud para eliminar la viruela. Esa cantidad, es el costo de un bombardero estratégico moderno. El precio de un submarino con proyectiles nucleares es equivalente a tres veces el presupuesto que se necesita para erradicar el paludismo en el mundo.
Los gastos militares son, de todos los gastos públicos, los que menos empleo y actividad económica producen. Mil millones de dólares en gastos militares crean 76.000 empleos y la misma suma invertida en programas sociales genera 100.000.
Los recursos empleados en la investigación médica constituyen una quinta parte de los dedicados a la investigación y el desarrollo militar. El promedio de gastos militares mundiales es cerca de un millón de dólares por minuto.
Alrededor del 25% del personal científico mundial se dedica a actividades relacionadas con asuntos militares. El consumo militar mundial de hidrocarburos líquidos es el doble del consumo anual de toda África y aproximadamente al 3,5% del consumo mundial.
Las armas nucleares estratégicas acumuladas en los arsenales del mundo son suficientes para destruir varias veces nuestro planeta. Su potencia combinada es de más de un millón de veces superior a la de la bomba que destruyó a Hiroshima en 1945.
El tráfico de armas es el segundo negocio ilícito después del de las drogas, pero el negocio de las armas sigue siendo el más rentable del mundo. Los focos de guerra en distintas partes del globo están haciendo pasar por uno de sus mejores momentos al comercio internacional de armas.
El mercado ilegal de armas livianas, que alimenta guerras y crímenes, mueve más de 1000 millones de dólares y causa 1.000 muertes al día. El que habla de guerra, habla de negocio. 250.000 años habitando este planeta no han sido suficientes, el cerebro humano continúa siendo el arma más letal.
jueves, 4 de agosto de 2011
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Espeluznante e indignante a partes iguales.
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