Henrique Lazo
Cuando
la imprenta vino al mundo, el libro se democratizó y los manuscritos dejaron de
ser los únicos portadores de la información. Ya no había que ir a las abadías para
tener acceso al conocimiento.
Algunos
pensaron que el libro debilitaría la facultad de la memoria que debía ser entrenada continuamente.
Recordaríamos las cosas, no debido a un esfuerzo interno, sino gracias a la
virtud de un dispositivo externo
Con
la informática, ocurrió algo similar. Uno vislumbraba que la computación iba a
ser un ordenador gigantesco situado en la NASA o en los centros de poder,
disponible solamente, para unos cuantos privilegiados. La evolución fue
distinta.
Ahora,
cada persona tiene la posibilidad de tener uno en su casa, en la oficina, o en
su maletín. Y con la Internet,
recibimos y enviamos –en segundos- correos a cualquier parte y tenemos acceso a las bibliotecas y
museos mas importantes del mundo.
El
Cine democratizó el “close up”, dijo una vez Charlie Chaplin, refiriéndose que ahora “la galería”, podía
disfrutar de los primeros planos de sus actores preferidos.
Con
el avance del video digital, la empresa de hacer un largo metraje se está
convirtiendo en un dolor de cabeza para las grandes cadenas de distribución y
exhibición.
En
1999, una película digital, “El proyecto de la Bruja Blair”, conmocionó la gran
industria cinematográfica y le abrió la puerta a cientos de cineastas que ven
en ese formato la posibilidad de producir a bajo costo.
El
video ha servido para que el ciudadano común registre todo tipo de
acontecimientos. No solamente para guardar el recuerdo de un cumpleaños o de
una boda, sino los hechos periodísticos que han servido para grabar situaciones
en las que han quedado al descubierto asesinos -muchos de ellos impunes en otras épocas- , y que ahora,
tienen que rendirle cuentas a la sociedad que han maltratado, gracias a los
testimonios digitales de sus realizadores.
Y
así, como en los años cuarenta, las cámaras de los reporteros mostraron al
mundo la cara de los gansters de Chicago, para reconocerlos y juzgarlos, los delincuentes del siglo XXI
tienen que andarse con cuidado. En cualquier parte puede estar el ojo
electrónico: el video aficionado.
Epa, yo estudié la comunicación a través de la evolución de los soportes... Gracias por esa síntesis tan oportuna. No estaría de más que vieras (es una sugerencia para completar), Oralidad y Escritura de Walter Ong y la Galaxia Guttemberg de Marshall Mc Luhan. Si comprendemos que los soportes son grandes generadores de comportamiento y alteran nuestra manera de entender la realidad imagínate el sistema en que vivimos. Si modificas el sistema puedes perfectamente crear un nuevo marco filosófico y una cultura del bien común que aun está por arribar. Saludos.
ResponderEliminarPor cierto, acabo de caer en cuanta de la fecha de publicación. Bro tienes esto abandonado, dale vidilla, esas ideas son buenas.
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