Henrique Lazo
Para los cristianos Jesús es el elegido. En el Islam, Alá es Dios y su profeta Mahoma. En el Budismo, Buda es la palabra sánscrita que traduce "El Iluminado".
A Lao-Tsé, se le atribuye la obra fundamental del Taoísmo. El Judaísmo, a diferencia de otras religiones, no está centrado en un profeta o en un salvador, sino en la idea de un pueblo elegido.
El templo hindú cuenta con 330 millones de dioses, pero Brahma, Visnú y Siva; creador, conservador y destructor respectivamente, son los dioses principales del Hinduismo.
Para Víctor Hugo, la tolerancia es la mejor religión.
D.W. Griffith, es el primer profeta, por llamarlo así, del arte cinematográfico. El hombre que se convirtió en uno de los mas famosos creadores de mitos, nació en una modesta granja de Kentucky en Norteamérica.
Su película “El Nacimiento de una Nación”- (Birth Of A Nation, 1915)-, es considerada la primera obra maestra del Cine. Cuenta la historia de la Guerra Civil norteamericana de una forma que ninguna película había logrado.
Con encuadres y posiciones de cámara innovadoras, la cinta capta la crudeza y la violencia de la confrontación fraticida. La película fue acusada de racista y de favorecer al movimiento Ku Klux Klan, ocasionando motines en las comunidades negras.
Su siguiente película “Intolerancia” –(Intolerance, 1919)- fue paradójicamente, un canto a la hermandad y al entendimiento de los seres humanos.
En una época en que los Estados Unidos se incorporaban a la primera guerra mundial, la película fue censurada por ser una obra pacifista en un momento en que la acción bélica se justificaba.
La cinta marcó el comienzo de la gran narrativa cinematográfica mezclando cuatro historias separadas, en cuatro tiempos diferentes.
Reinventó el lenguaje con sofisticados decorados y movimientos de cámara, convirtiendo a la disciplina en lo que se conoce como el séptimo arte.
La tolerancia es la virtud política de la vida en democracia, con sus valores políticos: la libertad, el pluralismo, la igualdad, la solidaridad y la justicia social.
«Dado que el mal sólo se mantiene por la violencia, es necesario abstenernos de toda violencia.
Si respondemos con violencia, nuestros futuros líderes se habrán formado en una escuela de terrorismo.
Si respondemos ojo por ojo, lo único que conseguiremos será un país de ciegos», Gandhi.