Henrique Lazo
Cuando la iglesia se apoderó del mundo, no se hizo teatro en Europa durante nueve siglos. El arte que nos enseñó, el poder mágico y misterioso de la palabra como comunicación humana, fue prohibido por la iglesia medieval hasta que una monja alemana, disolvió la bruma desatada por la tempestad de la censura.
Rosvita von Gandersheim, desde un convento en Alemania, “haciéndose la monja” disfrazó el teatro de santo y trasladó los discursos religiosos habituales, al teatro clásico para evitar la inquisición. Hágase la luz.
La razón de la iglesia para ver con malos ojos al teatro, era más que justificada. Para los cristianos que morían devorados por la fieras en los anfiteatros romanos, el teatro era sinónimo de tortura y sufrimiento.
El teatro romano, al igual que su imperio, se fue degenerando y aquel espectáculo popular que habían heredado de los griegos, se convirtió en una fiesta de sangre para satisfacer el apetito megalómano de sus gobernantes.
La teatralidad en los seres humanos y el mimetismo de los animales, existen desde que la vida tuvo uso de razón.
El mimetismo, es la capacidad que tienen los animales para cambiar tanto la forma de su cuerpo como su color de acuerdo con el medio ambiente en que se encuentran. Esta propiedad de disfrazarse la utilizan para ocultarse y no ser descubiertos por sus enemigos y para atacar o defenderse.
La teatralidad humana es una destreza indispensable para la vida social que consiste en la habilidad de sustituir una realidad por otra, muchas veces mas real que la realidad que se intenta representar.
Nada mas sospechoso que prohibir las ideas y las formas artísticas de expresarlas. La lista de libros, pinturas y películas que han sido proscritas por el poder, es larga.
Al correr del tiempo, esas obras, se convierten en materia indispensable para la misma sociedad que las prohibió y los que pretenden nublar los días soleados terminan escondiéndose en las cuevas del olvido para siempre.
martes, 24 de agosto de 2010
domingo, 22 de agosto de 2010
Tranquilo Bobby
Henrique Lazo
El director de cine Emilio Estévez tenía apenas seis años cuando el senador de Nueva York Robert Kennedy, hermano menor de John F. Kennedy, fue asesinado en Los Ángeles, California, el 6 de junio de 1968. Ese suceso tan triste y devastador debió haberlo marcado al igual que a todas las personas que saben que la libertad es el insumo mas importante en la dieta existencial de los ciudadanos del mundo.
La película “Bobby” dirigida por Estévez está basada en la vida de 20 personas que estaban cerca del Hotel Ambassador y que fueron testigos de excepción del magnicidio. La película fue estrenada en el Festival de Venecia y recibió una larga ovación de pie a la que le siguió el premio como el mejor filme de corte biográfico. Robert Kennedy tuvo una corta carrera política y el mayor legado fue su contribución al Movimiento Afro-Estadounidense por los derechos civiles.
El grupo de actores que conforma esta película está considerado como el elenco más importante jamás reunido en la historia del cine. Habría sido imposible hacer esta obra si se hubieran tenido que pagar los salarios que normalmente cobran los protagonistas. A veces, en Hollywood, el factor dinero no es lo más importante. Al final de la película se escucha el resumen de un discurso maravilloso de Robert Keneddy que vale la pena recordar.
“La insensata violencia en Norteamérica de nuevo salpica a nuestro país y no incumbe a una sola raza. Las víctimas de la violencia son negras y blancas, ricas y pobres, jóvenes y viejas, famosas y desconocidas. Y sin embargo, parecemos tolerar un nivel creciente de violencia, que ignora nuestra común humanidad y nuestras demandas a la civilización. Demasiadas veces celebramos la arrogancia, la chulería y a los bravucones".
Demasiadas veces excusamos, a los que quieres construir su vida sobre los sueños destrozados de otros seres humanos. Nuestra vida en este planeta es demasiado corta. Podemos recordar, aunque sea por un momento, que aquellos que viven con nosotros son nuestros hermanos, que compartimos el mismo corto momento de vida y que solo buscan, como nosotros, la oportunidad de vivir la vida con bienestar y felicidad.
El director de cine Emilio Estévez tenía apenas seis años cuando el senador de Nueva York Robert Kennedy, hermano menor de John F. Kennedy, fue asesinado en Los Ángeles, California, el 6 de junio de 1968. Ese suceso tan triste y devastador debió haberlo marcado al igual que a todas las personas que saben que la libertad es el insumo mas importante en la dieta existencial de los ciudadanos del mundo.
La película “Bobby” dirigida por Estévez está basada en la vida de 20 personas que estaban cerca del Hotel Ambassador y que fueron testigos de excepción del magnicidio. La película fue estrenada en el Festival de Venecia y recibió una larga ovación de pie a la que le siguió el premio como el mejor filme de corte biográfico. Robert Kennedy tuvo una corta carrera política y el mayor legado fue su contribución al Movimiento Afro-Estadounidense por los derechos civiles.
El grupo de actores que conforma esta película está considerado como el elenco más importante jamás reunido en la historia del cine. Habría sido imposible hacer esta obra si se hubieran tenido que pagar los salarios que normalmente cobran los protagonistas. A veces, en Hollywood, el factor dinero no es lo más importante. Al final de la película se escucha el resumen de un discurso maravilloso de Robert Keneddy que vale la pena recordar.
“La insensata violencia en Norteamérica de nuevo salpica a nuestro país y no incumbe a una sola raza. Las víctimas de la violencia son negras y blancas, ricas y pobres, jóvenes y viejas, famosas y desconocidas. Y sin embargo, parecemos tolerar un nivel creciente de violencia, que ignora nuestra común humanidad y nuestras demandas a la civilización. Demasiadas veces celebramos la arrogancia, la chulería y a los bravucones".
Demasiadas veces excusamos, a los que quieres construir su vida sobre los sueños destrozados de otros seres humanos. Nuestra vida en este planeta es demasiado corta. Podemos recordar, aunque sea por un momento, que aquellos que viven con nosotros son nuestros hermanos, que compartimos el mismo corto momento de vida y que solo buscan, como nosotros, la oportunidad de vivir la vida con bienestar y felicidad.
martes, 17 de agosto de 2010
La cara del otro
Henrique Lazo
Los avances tecnológicos siempre vienen acompañados -como un pan debajo del brazo- de ventajas y desventajas. La ciencia y la tecnología han servido para modelar y transformar las sociedades contemporáneas.
Los avances científicos y tecnológicos han trastocado la relación del hombre con la naturaleza. La interacción entre los seres vivos modificando el medio ambiente ha roto el equilibrio entre el hombre y la sociedad. La tecnología se encuentra en una constante evolución y los objetos que no se adaptan, desaparecen.
Para unos, la ciencia y la tecnología no se pueden estudiar fuera del contexto social en el que se presentan. Entre ellas, existe un claro estado de asociación en la que conviven generando un beneficio mutuo.
Otros consideran que la sociedad no tolera aquello sobre lo que no dispone información o lo que no puede comprender. Una frase escrita por el humanista francés Albert Camus, revela esta percepción: “El siglo XVII fue de las matemáticas, el siglo XVIII el de las ciencias físicas, el siglo XIX el de la biología y el siglo XX es el siglo del miedo”.
Lo que une a la ciencia y la tecnología con la sociedad son las necesidades y los deseos de la sociedad de evaluar una variedad de opciones en cuanto a lo que podría ser el destino de la humanidad. La idea, es estudiar los efectos en la sociedad actual y los posibles efectos en las sociedades del futuro.
Hoy en día, es casi imposible encontrar alguna foto -sobre todo de modelos en anuncios de belleza- que no haya sido retocada usando sencillos programas informáticos como PhotoShop.
Parlamentarios franceses y británicos quieren regular esta práctica, aduciendo que crean imágenes irreales que los jóvenes cuando ven estas fotos de modelos perfectas se sienten mal consigo mismos e intentan emular, a costa de su salud, provocando casos de anorexia y bulimia.
Francia quiere que se advierta sobre cualquier imagen retocada, imponiendo multas a los infractores. Los legisladores británicos están considerando prohibir los arreglos en anuncios protagonizados por menores de 16 años.
Los diseñadores gráficos piensan que a quienes deberían penalizar es a aquellos que usen estas herramientas para crear odio.
Los avances tecnológicos siempre vienen acompañados -como un pan debajo del brazo- de ventajas y desventajas. La ciencia y la tecnología han servido para modelar y transformar las sociedades contemporáneas.
Los avances científicos y tecnológicos han trastocado la relación del hombre con la naturaleza. La interacción entre los seres vivos modificando el medio ambiente ha roto el equilibrio entre el hombre y la sociedad. La tecnología se encuentra en una constante evolución y los objetos que no se adaptan, desaparecen.
Para unos, la ciencia y la tecnología no se pueden estudiar fuera del contexto social en el que se presentan. Entre ellas, existe un claro estado de asociación en la que conviven generando un beneficio mutuo.
Otros consideran que la sociedad no tolera aquello sobre lo que no dispone información o lo que no puede comprender. Una frase escrita por el humanista francés Albert Camus, revela esta percepción: “El siglo XVII fue de las matemáticas, el siglo XVIII el de las ciencias físicas, el siglo XIX el de la biología y el siglo XX es el siglo del miedo”.
Lo que une a la ciencia y la tecnología con la sociedad son las necesidades y los deseos de la sociedad de evaluar una variedad de opciones en cuanto a lo que podría ser el destino de la humanidad. La idea, es estudiar los efectos en la sociedad actual y los posibles efectos en las sociedades del futuro.
Hoy en día, es casi imposible encontrar alguna foto -sobre todo de modelos en anuncios de belleza- que no haya sido retocada usando sencillos programas informáticos como PhotoShop.
Parlamentarios franceses y británicos quieren regular esta práctica, aduciendo que crean imágenes irreales que los jóvenes cuando ven estas fotos de modelos perfectas se sienten mal consigo mismos e intentan emular, a costa de su salud, provocando casos de anorexia y bulimia.
Francia quiere que se advierta sobre cualquier imagen retocada, imponiendo multas a los infractores. Los legisladores británicos están considerando prohibir los arreglos en anuncios protagonizados por menores de 16 años.
Los diseñadores gráficos piensan que a quienes deberían penalizar es a aquellos que usen estas herramientas para crear odio.
lunes, 16 de agosto de 2010
Diseño inteligente
Henrique Lazo
La vieja controversia entre los creacionistas y los evolucionistas ha regresado. Por primera vez desde que Charles Darwin publicó su "Origen de las Especies", los evolucionistas están a la defensiva. Durante 145 años los científicos han tenido el argumento para atacar el monopolio de las religiones sobre el tema del origen de la vida.
Este pensamiento se conoce como la Teoría de la Evolución y relega la idea de la Divina Creación al reino de la superstición no-científica. Es el materialismo radical de la selección natural. Los minerales se transforman en plantas, las plantas en animales y los animales en humanos. No hace falta Dios.
El debate, en este caso, es para decidir como enseñar la Teoría de la Evolución en las escuelas y universidades. ¿Evolución o creación? Para los creacionistas, la vida biológica contiene elementos demasiado complejos que no pueden ser explicados por la selección natural, por lo tanto, somos productos de un "diseñador inteligente".
El concepto antecede al hecho. Los creacionistas llaman Dios al creador pero los proponentes del Diseño Inteligente evitan esa palabra y no recurren a la Biblia en busca de respuestas.
Los creyentes del Diseño Inteligente utilizan un lenguaje científico y consideran que un tema tan complicado puede verse desde dos puntos de vista igualmente racionales pero opuestos, y debe enseñarse desde los dos puntos de vista para que los estudiantes aprendan las dos perspectivas. Es la nueva herramienta del Diseño Inteligente para promover su pensamiento y la denominan "enseñar la controversia".
Los evolucionistas consideran que en democracia todas las ideas deben de ser escuchadas, pero en el campo científico no todas las teorías son iguales. Solamente aquellas que sobreviven al escrutinio científico durante décadas o siglos llegan a los salones de clase, las demás se descartan. Para los creacionistas esa decisión la debe tomar la comunidad estudiantil y no un grupo de expertos.
Los creacionistas consideran que los evolucionistas se quedaron en la época de la máquina de vapor y no se han puesto al día con la biología de la era de la información. Para los evolucionistas, el Diseño Inteligente o la Ciencia de la Creación, no es más que la misma explicación religiosa vestida con una bata de laboratorio. Para los creacionistas el único que desciende del mono es Darwin.
La vieja controversia entre los creacionistas y los evolucionistas ha regresado. Por primera vez desde que Charles Darwin publicó su "Origen de las Especies", los evolucionistas están a la defensiva. Durante 145 años los científicos han tenido el argumento para atacar el monopolio de las religiones sobre el tema del origen de la vida.
Este pensamiento se conoce como la Teoría de la Evolución y relega la idea de la Divina Creación al reino de la superstición no-científica. Es el materialismo radical de la selección natural. Los minerales se transforman en plantas, las plantas en animales y los animales en humanos. No hace falta Dios.
El debate, en este caso, es para decidir como enseñar la Teoría de la Evolución en las escuelas y universidades. ¿Evolución o creación? Para los creacionistas, la vida biológica contiene elementos demasiado complejos que no pueden ser explicados por la selección natural, por lo tanto, somos productos de un "diseñador inteligente".
El concepto antecede al hecho. Los creacionistas llaman Dios al creador pero los proponentes del Diseño Inteligente evitan esa palabra y no recurren a la Biblia en busca de respuestas.
Los creyentes del Diseño Inteligente utilizan un lenguaje científico y consideran que un tema tan complicado puede verse desde dos puntos de vista igualmente racionales pero opuestos, y debe enseñarse desde los dos puntos de vista para que los estudiantes aprendan las dos perspectivas. Es la nueva herramienta del Diseño Inteligente para promover su pensamiento y la denominan "enseñar la controversia".
Los evolucionistas consideran que en democracia todas las ideas deben de ser escuchadas, pero en el campo científico no todas las teorías son iguales. Solamente aquellas que sobreviven al escrutinio científico durante décadas o siglos llegan a los salones de clase, las demás se descartan. Para los creacionistas esa decisión la debe tomar la comunidad estudiantil y no un grupo de expertos.
Los creacionistas consideran que los evolucionistas se quedaron en la época de la máquina de vapor y no se han puesto al día con la biología de la era de la información. Para los evolucionistas, el Diseño Inteligente o la Ciencia de la Creación, no es más que la misma explicación religiosa vestida con una bata de laboratorio. Para los creacionistas el único que desciende del mono es Darwin.
lunes, 9 de agosto de 2010
Vivir juntos
Henrique Lazo
Nada mas inexorable que la frase: Siempre hemos estado aquí, y –siempre- estaremos aquí, juntos. Esta es, la reflexión a la que uno llega, si le trata de buscar un sentido cotidiano, práctico, a la teoría sobre la relatividad elaborada por Albert Einstein.
Según el científico alemán, la materia no se destruye, se transforma. La masa y la energía son equivalentes. El axioma es inmediato: El ser humano es materia, el ser humano es eterno. Tenemos que aprender a convivir. Tenemos que vivir juntos.
Cuando aceptamos que el otro también tiene razón, sentamos la base para la tolerancia, y la interacción se torna excelente. El fanatismo queda derrotado. Nadie puede creer que su punto de vista es absoluto, y se carece de razón para imponerlo a los otros.
La paz no se resuelve apelando a la buena voluntad de los hombres. Con buena fe, los hombres pueden destruir a otros hombres, si los consideran enemigos suyos. Lo único que puede mejorar al hombre es el conocimiento.
Si no hay reglas, el conocimiento no tiene sentido. El marco legal es el sustento de la convivencia. Uno observa, dos grupos en pugna, -y paradójicamente- con los mismos objetivos: libertad, igualdad y paz.
¿Y , por qué no se ponen de acuerdo? En la televisión, una mujer explica el país con la bandera, asignándole a cada color una manera de pensar. Demanda respeto, reflexión y acuerdo. “En la bandera cabemos todos”.
En todos los estados, debe haber un gobierno y una oposición. Es la única manera que la sociedad que los genera pueda sentirse tranquila. Un grupo gobierna, y el otro, fiscaliza su gestión. Para la filosofía china, una acción sin resistencia, no es estable.
Todo pensamiento necesita oposición para que exista equilibrio. La relación debe ser dos a uno. De tres monedas, dos caras y un sello, o, dos sellos y una cara.
En su tiempo, los mayas de Centroamérica tenían mapas de navegación del mar Caribe y del Atlántico norte. Creían que en Groenlandia existía un demonio cuya intención era atraerlos hacia el frío del Polo Norte para destruirlos.
Los vikingos de Groenlandia, también navegantes, imaginaban también, que un Dios maya los atraería con una fuerza magnética, hacia su destrucción por el calor de las tórridas costas de Centroamérica.
Américo Vespucio, que pensaba que la tierra era redonda, aportó la feliz disolución de los dos demonios a los mayas y a los vikingos, con un mapa común con curvatura correcta.
Nada mas inexorable que la frase: Siempre hemos estado aquí, y –siempre- estaremos aquí, juntos. Esta es, la reflexión a la que uno llega, si le trata de buscar un sentido cotidiano, práctico, a la teoría sobre la relatividad elaborada por Albert Einstein.
Según el científico alemán, la materia no se destruye, se transforma. La masa y la energía son equivalentes. El axioma es inmediato: El ser humano es materia, el ser humano es eterno. Tenemos que aprender a convivir. Tenemos que vivir juntos.
Cuando aceptamos que el otro también tiene razón, sentamos la base para la tolerancia, y la interacción se torna excelente. El fanatismo queda derrotado. Nadie puede creer que su punto de vista es absoluto, y se carece de razón para imponerlo a los otros.
La paz no se resuelve apelando a la buena voluntad de los hombres. Con buena fe, los hombres pueden destruir a otros hombres, si los consideran enemigos suyos. Lo único que puede mejorar al hombre es el conocimiento.
Si no hay reglas, el conocimiento no tiene sentido. El marco legal es el sustento de la convivencia. Uno observa, dos grupos en pugna, -y paradójicamente- con los mismos objetivos: libertad, igualdad y paz.
¿Y , por qué no se ponen de acuerdo? En la televisión, una mujer explica el país con la bandera, asignándole a cada color una manera de pensar. Demanda respeto, reflexión y acuerdo. “En la bandera cabemos todos”.
En todos los estados, debe haber un gobierno y una oposición. Es la única manera que la sociedad que los genera pueda sentirse tranquila. Un grupo gobierna, y el otro, fiscaliza su gestión. Para la filosofía china, una acción sin resistencia, no es estable.
Todo pensamiento necesita oposición para que exista equilibrio. La relación debe ser dos a uno. De tres monedas, dos caras y un sello, o, dos sellos y una cara.
En su tiempo, los mayas de Centroamérica tenían mapas de navegación del mar Caribe y del Atlántico norte. Creían que en Groenlandia existía un demonio cuya intención era atraerlos hacia el frío del Polo Norte para destruirlos.
Los vikingos de Groenlandia, también navegantes, imaginaban también, que un Dios maya los atraería con una fuerza magnética, hacia su destrucción por el calor de las tórridas costas de Centroamérica.
Américo Vespucio, que pensaba que la tierra era redonda, aportó la feliz disolución de los dos demonios a los mayas y a los vikingos, con un mapa común con curvatura correcta.
martes, 3 de agosto de 2010
Carteleras habituales
Henrique Lazo
La glamorosa década de los sesenta empezó a desteñirse apenas se escuchó por la radio que Jimi Hendrix se había marchado sin pasaporte.
Detrás de aquellas escenas vaporosas y excéntricas de las estrellas del rock se estaba gestando una especie de cubismo sonoro conocido como música industrial que sustraía el contenido y dejaba la cáscara como única referencia.
El Punk fue el preludio. El comienzo de la década de los setenta se parecía mas al afiche de un sindicato que a Carnaby Street.
Dicen los sociólogos urbanos que lo mas cercano al abandono social es una ventana rota que nadie repara porque después aparece la basura y por consiguiente, los graffiti.
El arte urbano callejero tiene la tarea de contar las historias que no aparecen en las carteleras habituales. Los graffiti han acompañado al ser humano desde las primeras civilizaciones.
Desde hace unos años, un artista de la calle, desconocido y que firma sus obras como Banksy, es, paradójicamente, el exponente del graffiti más reconocido de los últimos tiempos.
Utiliza en forma clandestina edificios, casas, calles, carros, puentes, puertas, barcos, zoológicos, museos hasta el muro de Cisjordania para promover visiones distintas a las de los grandes medios de comunicación.
Su trabajos son sátiras sobre política, cultura pop y moralidad. Combina la escritura con graffitis estarcidos con plantilla. Sus obras se han convertido en libros y se han hecho populares en varias ciudades del mundo especialmente en Londres.
Banksy, también trabaja cobrando para organizaciones benéficas como Greenpeace aunque sus detractores consideran que sus expresiones, como la de otros grafiteros, son puro vandalismo.
Sus primeras intervenciones consistieron en producir parodias de obras de arte o antigüedades que logró colocar en museos sin que nadie se diera cuenta.
La Galería de Londres, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo Metropolitano de Arte, el Museo Americano de Historia Natural y el Museo Británico de Londres fueron el soporte de su destreza efímera que se valora por el tiempo que logra exhibirse sin ser descubierta.
La glamorosa década de los sesenta empezó a desteñirse apenas se escuchó por la radio que Jimi Hendrix se había marchado sin pasaporte.
Detrás de aquellas escenas vaporosas y excéntricas de las estrellas del rock se estaba gestando una especie de cubismo sonoro conocido como música industrial que sustraía el contenido y dejaba la cáscara como única referencia.
El Punk fue el preludio. El comienzo de la década de los setenta se parecía mas al afiche de un sindicato que a Carnaby Street.
Dicen los sociólogos urbanos que lo mas cercano al abandono social es una ventana rota que nadie repara porque después aparece la basura y por consiguiente, los graffiti.
El arte urbano callejero tiene la tarea de contar las historias que no aparecen en las carteleras habituales. Los graffiti han acompañado al ser humano desde las primeras civilizaciones.
Desde hace unos años, un artista de la calle, desconocido y que firma sus obras como Banksy, es, paradójicamente, el exponente del graffiti más reconocido de los últimos tiempos.
Utiliza en forma clandestina edificios, casas, calles, carros, puentes, puertas, barcos, zoológicos, museos hasta el muro de Cisjordania para promover visiones distintas a las de los grandes medios de comunicación.
Su trabajos son sátiras sobre política, cultura pop y moralidad. Combina la escritura con graffitis estarcidos con plantilla. Sus obras se han convertido en libros y se han hecho populares en varias ciudades del mundo especialmente en Londres.
Banksy, también trabaja cobrando para organizaciones benéficas como Greenpeace aunque sus detractores consideran que sus expresiones, como la de otros grafiteros, son puro vandalismo.
Sus primeras intervenciones consistieron en producir parodias de obras de arte o antigüedades que logró colocar en museos sin que nadie se diera cuenta.
La Galería de Londres, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo Metropolitano de Arte, el Museo Americano de Historia Natural y el Museo Británico de Londres fueron el soporte de su destreza efímera que se valora por el tiempo que logra exhibirse sin ser descubierta.
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